Escrito realizado por:
Leydy Vanessa Roa León
Psicóloga (Universidad Católica de Colombia).
Edición: Shirly Cubillos y Maria Fernanda Valderrama
Este artículo parte de la
necesidad de indagar la adopción de parejas del mismo sexo desde una visión sin
tabúes, estereotipos o imposiciones radicales que segreguen (discriminen) a las
personas, dándole cabida a la cientificidad del tema y aclarando inquietudes o
preocupaciones que se puedan generar sobre el tema, enfocando en una
orientación sexual como un espectro, es decir, que tiene varios matices
emergentes en el ser humano. Por lo tanto encontraran si existen consecuencias
secundarias de la adopción homoparental y las conclusiones que nos brindan los
estudios de otros países sobre la legalización.
Para iniciar, el concepto social
de familia, hace referencia a un grupo conformado por padres y descendientes
que integran una comunidad doméstica y descienden dentro de la misma línea del
ADN. Como lo citaCardozo, H & Rey, R (s.f) “Es el grupo de personas formado por el padre y/o la
madre y los hijos que viven en una comunidad doméstica, tal como lo señala la
doctrina”.
De igual forma y como lo
señala Hegel (1968) citado por Cardozo, H & Rey, R (s.f), define la
familia, como “sustancialidad inmediata del espíritu”,deviene de
tres aspectos: a) de su concepto inmediato como matrimonio; b) en la existencia
externa, representada en la propiedad, en los bienes y en el cuidado respectivo
y finalmente en c) la educación de los hijos y la inevitable disolución de la
familia, representada por la individualidad desarrollada en la sociedad civil. La
familia para este autor, es un concepto que representa el primer momento de la
individualidad, es decir, el desarrollo de la independencia y de la libre
personalidad de los hijos; personalidad que es mediada por el sentimiento, por
los lazos que se desarrollan al interior de la familia y por la subjetividad y
unión de los padres.
Teniendo en
cuenta lo anterior, se evidencian los cambios que han venido presentando las
familias en la sociedad, como es el caso de las relaciones homoparentales;
definidas como un vínculo formado por parejas del mismo sexo, es decir la unión
de dos mujeres u hombres que adoptan un hijo o
mujeres que conciben un hijo por medios naturales o con la ayuda de las
técnicas de reproducción asistida. De este modo se encuentran familias
reconstruidas las cuales cumplen con una serie de características que las
definen; como lo sustenta Cardozo, H & Rey, R (s.f) “Las familias
reconstituidas afrontan dos circunstancias interactivas características: una
reorganización sistémica y la consolidación de relaciones entre personas con
vínculos familiares legales pero no biológicos, entre madrastras, padrastros,
hijastros, hijastras y hermanastros”.
A consecuencia, estas nuevas
estructuras familiares han ampliado la constitución en Colombia como lo
sustenta León-Willis, 2012 citado por el Colegio Colombiano de Psicólogos
(Colpsic) (2014) “de acuerdo con la Sentencia C-075 de 2007; se reconocen como
uniones maritales de hecho y con la Sentencia C-577 de 2011, por medio de la
cual la Corte Constitucional amplió el alcance de la noción de familia, se
reconocen como aquellas conformaciones que no se ajustan a la heterosexualidad”.
Estas leyes son establecidas
por la necesidad de aplicar las normas con una equidad para toda la población;
convirtiéndose en un medio para construir un contrato matrimonial en el que se
ven inmersos derechos y deberes de dicho vínculo; aunque ha de destacarse que
el matrimonio no es el único requisito para conformar una familia como lo
menciona Vélez, S (2011) “Las transformaciones culturales impulsadas
por la incorporación del Estado social de derecho permiten señalar que en la
actualidad el matrimonio no se constituye en un medio necesario para la
constitución de la familia, ni la procreación su fin esencial”.
En cuanto al
matrimonio homosexual, hay personas que reportan varias preocupaciones y
estereotipos sobre el manejo o educación que reciben los hijos, considerando en
primera instancia que pueden llevar a generar un ambiente de riesgo; por lo
tanto, la American Psychological Association
citado por Fernández, R &
Araúxo, A (2004) señala: “Los padres gays y lesbianas tienen tanta probabilidad,
como los padres heterosexuales de proporcionar ambientes sanos y protectores
para sus niños”. Así mismo, lo corroboran estudios científicos enfocados en el
desarrollo infantil cuyas conclusiones, revelan pocas diferencias entre niños de
madres lesbianas y padres heterosexuales en áreas como personalidad,
autoconcepto, comportamiento e identidad sexual. (Los datos disponibles sobre
estas dimensiones para hijos de padres gays son limitados.) Las pruebas también
sugieren que los hijos de padres gays y lesbianas tienen relaciones sociales
normales con compañeros y adultos.
De igual forma, otra preocupación
que emerge es el bienestar de los niños adoptados sobre su adaptación en el
colegio, ya que se considera la discriminación como un factor determinante para
afectar el bienestar del niño, por lo tanto Fernández,
R & Araúxo, A (2004) asegura que “no es perjudicial para un menor ser
adoptado por una pareja homosexual. Podría haber, aunque es dudoso, perjuicios
secundarios (como la discriminación), pero que no derivan directamente de la
orientación homosexual de los adoptantes (y si estas adopciones no se
produjeran, jamás decaería esta discriminación)”. Es decir, que la
discriminación hace parte del aprendizaje que tienen los niños en los hogares y
en las instituciones educativas, donde se hace necesario educar a la población
en la aceptación de los demás, sin importar creencia, raza u orientación
sexual. Ya que, si se enfoca en estos valores, no hay diferencia significativa
entre los hijos de parejas homosexuales y los que no, como lo demostró de Farr et al. (2010) citado por el Colegio
Colombiano de Psicólogos (Colpsic) (2014) “Respecto de las competencias sociales,
los estudios demuestran que el pertenecer a una familia homoparental no afecta
de manera diferencial las competencias para desarrollar relaciones de amistad y
el ajuste social en general”.
Actualmente
la adaptación de estos niños es más efectiva con sus pares (compañeros de la
misma edad), debido a que el vínculo familiar homoparental no genera en su
mayoría una conducta agresiva sino curiosidad; como lo demuestra el estudio
hecho en España por Ruiz (2013), citado
por Colegio Colombiano de Psicólogos (Colpsic, 2014); quien reporta que “en más
de un 90% de los casos, el modelo familiar homoparental genera curiosidad en
los otros niños y niñas. Un 53,2% de las familias reportan que sus hijos han
recibido comentarios halagadores o de apoyo respecto a su modelo familiar por
parte de otros niños y niñas. Sólo un 7% de estos niños y niñas reportaron
haber experimentado insultos o agresiones frecuentes relacionadas con su modelo
de familia”.
Por consecuente, la
literatura científica indica que los niños adoptados por parejas homosexuales
obtienen un desarrollo normal, sin encontrar una diferencia significativa con
las parejas hererosexuales como lo sustenta el Colegio Colombiano de Psicólogos
(Colpsic, 2014) “no existen diferencias significativas en el desarrollo que
poseen en comparación a los hijos e hijas criados por padres heterosexuales
cuando se observa su ajuste psicológico, el desarrollo social y la calidad de
vida”. Dejando de un lado los tabúes o estereotipos asignados a esta nueva
relación familiar que se está construyendo, puntualizando de igual forma que no
se encuentran presentes cambios comportamentales negativos en los niños;
mencionando que si se encuentran presentes pueden ser por otros factores que
afectan a los vínculos homoparentales como a los que no, como lo sustenta el
estudio de Golombok et al. (2014) citado por el Colegio Colombiano de
Psicólogos (Colpsic) (2014) “encuentran que un predictor de problemas de
comportamiento externalizantes es el estrés parental sin importar si las familias
eran homoparentales o tradicionales. De hecho, se evidencian mejores desempeños
en la crianza y en bienestar de las familias en parejas homoparentales que en
las familias de padres de sexo opuesto”.

Entre otros factores de
preocupación, se encuentra la vulnerabilidad del abuso de sustancias
psicoactivas (SPA), donde los estudios no reportan una evidencia significativa
entre poblaciones como lo sustenta el Colegio Colombiano de Psicólogos (Colpsic,
2014) “los adolescentes que viven con madres lesbianas muestran frecuencias
similares en el consumo de sustancias que las hijas e hijos de parejas
heterosexuales La misma tendencia se reporta para comportamientos delictivos,
comportamientos oposicionales y para los problemas de seguimiento de normas”.
En el área política, sin
profundizar demasiado se encuentran
leyes que promueven la igualdad de condiciones en toda la población como
lo cita Vélez, S (2011) “hay un marco político dentro del cual
se deben desarrollar, que es precisamente el establecido por el artículo 95 de
la Constitución Política cuando señala como deberes de las personas y de los
ciudadanos respetar los derechos ajenos y no abusar de los propios así como
defender y difundir los derechos humanos como fundamento de la convivencia
pacífica (República de Colombia, 1991)”.
De acuerdo con Vélez, S (2011), existe una intensión y
es la de proteger y brindar un beneficio al niño, por lo tanto “si el fin del
ordenamiento es la protección de la integridad moral del menor (tal como lo
determinó la Corte Constitucional en la sentencia C-814 de 2001, 2001). Se
puede concluir, aunque de manera sospechosa, que no se permite la adopción,
pero si el fin es promover el ejercicio eficaz del derecho del menor a una
familia, al amor y a la protección, el resultado puede ser distinto”. Es decir, que al dejar a un lado los
estereotipos o criterios ideológicos permitirá centrarnos en la viabilidad de
la adopción en parejas del mismo sexo y en la defensa universal de los derechos
humanos tanto de los padres como en el niño y el libre desarrollo de su
personalidad garantizándole los beneficios de un hogar y derechos
fundamentales.
Los estudios
relacionados con la probabilidad de influencia en la identidad sexual se
encuentra que no es determinante es decir y como lo sustenta Ceballos
Fernández, m. (2012) “existe una amplia evidencia científica (Green, 1978;
Hoeffer, 1981; Baley et al. 1995; Golombok y Tasker, 1996) que sugiere que la
orientación homosexual de los progenitores no determina la orientación sexual
de la progenie, pero sí puede inducir a que los menores tengan mayor
predisposición a mantener relaciones homoeróticas 1”
Un factor importante en la crianza de los niños es la
motivación o deseabilidad de los adultos de ser padres, ya que al ser
voluntaria y planificada; influye en el vínculo que se genera y posterior
desarrollo en el entorno, en este sentido estudios como el de Flaks et al.
(1995) Citado por Ceballos Fernández, m. (2012), demuestran la efectividad en
la crianza realizada por progenitores homosexuales debido a que “los padres gays y las madres lesbianas
gozan de una buena salud mental para educar satisfactoriamente a sus hijos/as;
además, se distinguen por emplear un estilo educativo democrático y conceder
una importancia determinante a valores como la tolerancia y el respeto”.
Promoviendo sus referentes sobre la homoparentalidad y la sexualidad humana.
En contraste los niños educados por vínculos
homoparentales generan una vista amplia sobre la sexualidad y el rol de género,
donde se incrementa la aceptación y flexibilidad de la homosexualidad de algún
par o persona.
Finalmente y a manera de conclusión se establece que la
homosexualidad puede verse como una forma de enriquecer el aprendizaje de los
niños ya que, su contexto se construye con un clima familiar sin roles de
género, incrementando de esta forma la equidad en las actividades y la
tolerancia hacia las demás personas; como se evidencia en el estudio de Dunne
(2000) citado por Cardozo, H & Rey, R (s.f), quien señala que en “las
parejas gays y lesbianas la práctica de la crianza conjunta era mayor y la
división del trabajo doméstico más igualitaria comparadas con parejas
heterosexuales”.
Es decir que,
no se encuentra una diferencia significativa entre la educación y
comportamiento de los niños adoptados por parejas homosexuales de los
heterosexuales, dejando el tema como un tabú social que se debe trabajar en el
hogar y en las instituciones educativas, fomentando en la aceptaciónhacia las demás personas y la
equidad de género, teniendo en cuenta que no solo se debe trabajar en tolerar
al otro sino comprender que somos seres diversos y que la sexualidad es un
espectro que tiene varios matices de los cuales se encuentran inmersos los seres
humanos. Ya que, al comprender esta temática permitirá que varios niños cuenten
con una familia y se cumplan a cabalidad sus derechos como ciudadanos. Debido a que, la
población no debe ser dividida o segregada por una orientación sexual, sino que
al enfocarse en el fin último que es el libre desarrollo del niño, nos
permitirá tener una visión más amplia ofreciendo mayores garantías de cuidado a
los jóvenes que se encuentran en centros bien sea porque no han contado con
familia o porque han sido maltratados o excluidos de una, esperando a que sean
acobijados por un hogar que les brinde protección y amor.
Bibliografía
Vélez, S. (2011). “Familia, matrimonio y adopción: algunas reflexiones en defensa del
derecho de las parejas del mismo sexo a constituir familia y de los menores a
tenerla” Universidad del Medellín (Colombia).
Fernández, R y Araúxo, A (2004). “Aportaciones desde la salud mental a la teoría de la adopción por parejas
homosexuales” Vol.3, núm. 2 Instituto de Psicoterapia, Manuel Allende
19, 48010 Bilbao (España).
Colegio Colombiano de
Psicólogos (Colpsic) (2014) “Efectos de la adopción
homoparental sobre el desarrollo integral del niño, niña o adolescente en
Colombia” Bogotá, D.C., Colombia.
Vélez, S (2011) “ Dos
ejercicios de ponderación a propósito del matrimonio y la adopción en parejas
del mismo sexo” Opinión Jurídica,10 (19), 21-40.
Cardozo, H
& Rey, R (s.f). Adopción de niños por parejas del mismo sexo universidad católica y universidad
libre.
Ceballos, M.(2012). “Ser madres y padres en familias homoparentales:
Análisis del discurso de sus percepciones sobre la educación de sus hijos e
hijas”, en ENSAYOS, Revista de la Facultad de Educación de Albacete. 27.
Cornejo, J. (2009). Equívocos del lenguaje: homoerotismo en lugar de
homosexualidad. Alpha (Osorno), (29), 143-154.
Agradecimientos especiales a Bibiana Alfonso, abogada; por su asesoria.