Realizado por: María Fernanda Valderrama
Editado por: Shirly Cubillos
La Organización Panamericana de la Salud y la
Organización Mundial de la Salud (OPS OMS, 2002), reconocen que las fantasías
son una de las diversas manifestaciones de la sexualidad humana. Las fantasías
sexuales son definidas por Martínez en 1998, como: "los deseos profundos,
más o menos idealizados y pertenecientes supuestamente al mundo de lo
imaginario, que adoptando la forma de construcciones, discursos o visiones
relatadas de diversa entidad y duración narrativa, conllevarían determinadas
formas de percibir, sentir o incluso pretender hacer (aunque no siempre) en la
vida sexual y erótica, y que están asociados, facilitan, incitan o provocan
estados de excitación y placer, tanto en su hacer, sentir y pensar". Hicks
y Leitenberg en 2001, por su parte definen una fantasía sexual como: “cualquier
imagen mental sexualmente erótica o excitante que tiene una persona mientras
está despierta. Puede ser una historia elaborada o un pensamiento fugaz sobre
alguna actividad sexual, involucrar situaciones bizarras o ser muy realista,
construirse a partir de recuerdos o ser una experiencia completamente ficticia,
ocurrir espontáneamente o producirse intencionalmente, asimismo tomar lugar
fuera o durante alguna actividad sexual, como masturbarse, ver material
pornográfico o mantener relaciones sexuales”.
Las fantasías sexuales pueden ocurrir de forma
espontánea, ser inducidas intencionalmente, o ser provocadas por otros
pensamientos, sentimientos o estímulos sensoriales (López, Sueiro y Novoa,
2009). De igual forma pueden tener lugar al margen de cualquier otra actividad
sexual (Wilson, 1978). Estas pueden surgir como válvulas de escape a realidades,
que la cultura cataloga como inapropiadas o que no se cumplir, las fantasías
traspasan los límites, tabúes y prohibiciones.
Las fantasías sexuales son un gran movilizador del
pensamiento erótico, es un recurso que se puede cultivar de manera individual y
en pareja. Permiten la exploración y el reconocimiento de gustos y de la respuesta
orgásmica. Sirven para mantener y aumentar la excitación sexual, satisfacen la
curiosidad por una situación en particular, incrementan la confianza en sí
mismo, alivian ansiedad o la culpa, por un determinado gusto, que no es
aceptado socialmente o que no acepta la pareja; potencian el deseo sexual y
actúan como antídoto para no perderlo y por supuesto estimulan nuestros
comportamientos sexuales.
Las fantasías sexuales pueden ser inhibitorias o excitatorias;
constituyen una expresión de libertad y creatividad; puesto que no están
sujetas a ningún tipo de control, ya que se contemplan experiencias que podrían
ser catalogadas como extrañas o que en la vida real no se pueden cumplir. Cada persona
es el director de sus fantasías y en estas hay lugar para millones
posibilidades. Las fantasías sexuales pueden ser historias elaboradas, con
detalles que conjugan gustos específicos que excitan en un encuentro sexual y
pueden tener o no contenido sexual explicito; también pueden ser imágenes
realistas, pensamientos cortos y vividos sobre cualquier experiencia romántica o
sexual. Se pueden infiltrar olores, sonidos, palabras, texturas u objetos que
tienen un significado sensual o erótico. Pueden implicar recuerdos de
situaciones pasadas o pueden ser construcciones mentales sobre una situación,
que se ansía vivir.
Se debe considerar la opción de compartir las fantasías
en pareja; este ejercicio promueve la confianza, la comunicación y enciende el
erotismo. No tienen que ser compartidas todas, pero si se pueden poner en la
mesa, aquellas que tal vez, con el consentimiento del otro, se pueden llevar a
cabo e incluso se pueden alimentar de ideas, gustos y fantasías que se comparten.
Lo importante es explorar, comunicar, reconocer, erotizar, construir,
contemplar posibilidades, divertirse y no imponer!
El desarrollar una fantasía sexual no es indicador, de
que exista una dificultad sexual o de un problema psicológico. Si bien pueden
ir en contravía con las creencias o valores, hay que recordar que solo son
producto de la imaginación; muchas de ellas no se llevaran a cabo en la vida real
y sus contenidos no deben traducirse de manera literal. No se trata de llenarse
de culpa por tener una determinada fantasía, se trata de disfrutarlas y de
cumplir las que se puedan hacer realidad y que
sean congruentes con su sistema de valores y creencias. Darle vida a las
fantasías sexuales puede ser la manera de liberarse de los prejuicios y
entregarse al placer!
Como ejercicio recomiendo iniciar escribiendo una
fantasía sexual, cualquiera que esta sea. Recuerde que no se trata solo de un
lugar o una persona o cosa; como se ha señalado anteriormente es un conjunto de
estímulos que la conjugan. A trabajar por el erotismo, el deseo y una
sexualidad más placentera!
A continuación
comparto una fantasía, que escribí hace un par de años… espero que la disfruten
e incite a que escriban una propia! A fantasear!
"Espero que seas el lector que este texto esperaba"
Jorge Luis Borges
"Espero que seas el lector que este texto esperaba"
Jorge Luis Borges
Le veo y el enciende en mi las más bajas pasiones, me conecta con lo más erótico y carnal que hay en mí. Jamás le he rozado como deseo hacerlo, jamás le he besado, tan solo en sus mejillas sonrojadas, Admiro su sonrisa amplia, sus brazos fuertes que me han sostenido cuando pienso que no puedo más; pero el, él es solo un amigo y como deseo que deje de serlo.Estamos entre tanta gente y posa sus ojos en mí, lo cual me hace pensar que tal vez se siente igual que yo; tal vez siente el mismo hormigueo en los labios, el mismo ardor que siento yo por no poderle besar, tal vez siente la misma pulsión por calentar mi cuerpo al son de sus caricias firmes, como lo deseo hacer yo. El si mi yo sin él, el con la prosa yo con la poesía. Deseo hacer interminable lo animal, lo carnal y lo divino; fundirme en él y que él se funda en mí. Me susurra al oído y ni le entiendo lo que dice simplemente estoy envuelta el su olor en el roce entre nuestras mejillas, en el sonido de su voz y en el cálido aliento que siento en mi oído.Al fin tenemos un momento a solas y cogemos la carretera, el cielo estrellado, el camino difuso y dos cuerpos a punto de fusionarse. El coche se detiene, solo somos los dos y el cielo más vibrante que jamás he visto es testigo de este encuentro pagano. Coge mi mano con suavidad la besa tiernamente, yo le miro con deseo, mi corazón palpita a mil, mi cuerpo se estremece y me lanzo a dejar los pensamientos y a entregarme por completo a mi fantasía… beso sus labios con suavidad y este se va a haciendo más intenso, caricias van y vienen, palpo todo su cuerpo y el palpa el mío; caricias sin permiso, sin inhibición, sin el más sutil arremetimiento. Me encanta la astucia, pero a la vez me encanta la firmeza de sus manos sobre mí, adoro su aroma, y el desenfreno que hay en sus labios, esto es lujuria, es pasión palpable. Me toma con fuerza y me envía a las sillas traseras del coche, él se acerca y pienso que nunca me había estorbado tanto la ropa como ahora; sus manos se cuelan entre mis piernas, mis manos bajan su cremallera, el me besa con pasión y me coge de las muñecas llevando mis manos para atrás quedando en indefensión. Me sujeta fuerte y me aprieta contra su cuerpo, mi respiración se acelera y siento el latir desaforado de mi corazón. Me encanta que tome el control, sus manos ruedan sobre mí y mi vestido ajustado sale a un par de tirones, me besa el cuello y allí es donde muero; el me suelta y los botones de su camisa no son impedimento para descubrir ese torso majo con el que cuenta. La incomodidad no está, pero el pudor tampoco; desabrocha mi sostén y baja de forma encantadora mis bragas rojas, ya no pienso; él se posa debajo y yo encima de él, empieza el vaivén de caderas, los toques desenfrenados y los besos más dicientes que jamás he sentido. Tenía razón este hombre calienta cada centímetro de mi cuerpo!!!. Deseo que el tiempo se detenga y que este mortal dure milenios entre mis muslos… conducimos rápido y no podemos detenernos, sus ojos gritan, gritan placer y mi cara se estremece al verle, pues me hace saber que yo procuro toda esa disipación en él. Bajo lento y mi lengua investiga sin cesar, el por su parte se recrea con mi cuerpo exaltado de satisfacción, parecemos epilépticos entregados a la pasión.
El coche se agita con fuerza y los vidrios empañados son una evidencia de lo bien que la estamos pasando; un fuego intenso que proviene de los roces incesantes me deja sin aliento y solo pienso en cuanto más excitada podría estar, el me mira con ojos juguetones y yo le susurro al oído “aun no termino”, alza una ceja y veo la diversión que le causa mi murmullo, el danza a mi compas y mi lenguaje corporal lo dice todo, me siento infinita y ahí está la explosión que se cuela entre mis piernas y me hace ruborizar y estremecer! Sí, es esa breve agonía que termina en gozo infinito. La pequeña muerte para muchos, el vigor manifiesto de la vida para mí y enseguida el empuja con fuerza y en mi oído escucho esos satisfactorios sonidos de placer invasivo! Así es como entiendes que el amor y el sexo son inefables y que el sexo hace parte de la desentrañable naturaleza.
Hicks,
T., y Leitenberg, H. (2001). Sexual fantasies about one’s partner versus
someone else: Gender differences in incidence and frequency. The Journal of
Sex Research, 38, 43-50.
López,
A., Sueiro, E y Nóvoa, M. (2009). Cambios en las fantasías sexuales: estudio
preliminar. Actas do X Congresso
Internacional Galego-Português de Psicopedagogia. 2777- 2788.
Martínez,
B. (1998). El paradigma social de las relaciones sexuales en la socialización
de la erótica profunda. Revista española de sexología. 85-86.
OPS,
y OMS (2002). Promoción de la salud sexual: recomendaciones para la acción.
Madrid: Ediciones Temas de hoy.
Wilson,
G. D. (1978) The secrets of sexual fantasy. London: Dent.